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29 ago 2016

Mermelada de Ruibarbo & Jengibre




Cuando viajo fuera, por los países del norte, siempre voy por las fruterías por si tienen ruibarbo. El año pasado, cuando estuvimos en Estocolmo, pude traerme a casa un manojo y lo congelé para cuando se me ocurriera una receta. Al final hice este "Pastel de ruibarbo y polenta".

Cuando me preguntan a que sabe el ruibarbo, no sé como definirlo, es como un vegetal, que se usa para hacer dulces, con un toque ácido, parecido a arándano rojo, pero no tan ácido, con unas notas de sabor vegetal al final. ¡Toma ya!

Hace unos años compré una mermelada de ruibarbo y jengibre en Londres, y pensé que podía hacer mi propia versión. Sabe diferente, la mía es más ácida y es por que no dejé el Ruibarbo macerando un par de horas con azúcar, esto ayuda a quitar su acidez.

ruibarbo


Antes de nada, tendremos que tener unos cuantos botes de cristal con tapa y esterilizarlos con agua hirviendo unos minutos. Luego los sacamos y los dejamos boca abajo en un paño de cocina, hasta que se enfríen. 

Ingredientes 3 o 4 botes:

  • 650 grs de ruibarbo
  • 600 grs de azúcar
  • el jugo de 1 limón
  • 30 grs de jengibre rallado
  • 625ml de agua
Pelamos y limpiamos bien el ruibarbo. Lo cortamos en trozos de unos 2 cms y si queremos quitarle la acidez los dejamos macerando con el azúcar un par de horas.

Ponemos en una olla el agua a hervir, junto el ruibarbo macerado y lo dejamos hervir unos 30 minutos.

A continuación echamos el zumo de limón y el jengibre rallado y dejamos hirviendo unos 10 minutos más, moviéndolo continuamente para que no se pegue.

Llenamos nuestros botes esterilizados y los dejamos sin tapar hasta que se enfríen.

La mermelada que no vayamos a consumir, la podemos conservar meses. Para ello, volvemos a tapar los botes y los colocamos al baño María que tape todo el bote y dejamos hirviendo 20-30 minutos para que se haga el vacío. 


conservar mermeladas



29 feb 2016

Madeleines con mermelada de naranja

Madeleines


Hace ya más de tres años que tengo el blog. A veces, se me hace difícil pensar en las recetas que voy a hacer cada mes, y eso que tengo una lista de recetas pendientes.

¿Sabéis cuando se os mete una receta en la cabeza, pero no la haces por falta de moldes e ingredientes? Pues eso me pasaba a mi con las "madeleines". Básicamente aquí el problema era el molde. Tengo tantos moldes y tan poco espacio, que me da un poco de palo comprarme otro para utilizarlo poco, supongo que a vosotros os pasa lo mismo.

Pero creo que merecía la pena comprarlo, y me comprometo a usarlo muchas más veces, sobretodo por el resultado tan delicioso de esta receta.

Además, aproveché para utilizar una mermelada que compré en Estocolmo, ideal para esta receta. Si queréis ver mi viaje a Estocolmo pinchad aquí. La mermelada la compré en Rosendals Trädgard, es ecológica, como todos los productos que venden allí. La gracia fue que como no sé sueco, yo leí: "apelsin" y creía que era manzana, jajaja. Cuando la abro, resulta que lleva trozos de naranja confitada, y digo... ¿eh?. Cogí el bote, y me puse a traducir, y resulta que "apelsin" es ¡naranja!. Suerte que me ha ido de coña para estas madeleines, porque además de naranja, lleva pistachos, y vino blanco.





Ingredientes:

  • 115 grs de mantequilla
  • 15 grs de azúcar moreno
  • 15 grs de miel
  • 100 grs de azúcar
  • 1/2 cdta de sal
  • 120 grs de harina tamizada
  • 1/2 cdta de levadura en polvo
  • 3 huevos L
  • ralladura de medio limón
  • 1/4 cdta de agua de azahar
  • mermelada de naranja
  • azúcar glacé para espolvorear

El día anterior preparamos la masa.

Derretimos la mantequilla, el azúcar moreno y la miel en un cazo a fuego medio. Removemos hasta que todo esté bien deshecho. Sacamos del fuego.

En un bol, ponemos el harina junto el azúcar, la sal y la levadura en polvo. Vamos incorporando uno a uno los huevos, hasta que esté todo bien mezclado. Echamos la mezcla de mantequilla y azúcar, y por último, la ralladura del limón y el agua de azahar. La masa nos quedará con una textura muy suave, como si fuese una crema. Cogemos la masa,  la tapamos con un film transparente y la dejamos en la nevera toda la noche, eso nos ayudará a que la masa tenga consistencia a la hora de rellenar los moldes.

El día de horneado.

Ponemos el horno a 190ºC.

Cogemos el molde y echamos spray antiadherente en los huecos. Sacamos la masa de la nevera, y la introducimos en una manga pastelera para poder distribuir bien la masa en los huecos. Vamos distribuyendo la masa con cuidado que no sobresalga de los huecos y que no llegue arriba del todo, pensad que tenemos que añadirle la mermelada.

Con una cucharadita, echamos un poco de mermelada en cada centro de las "madeleines".



Ponemos el molde en el horno durante unos 12-14 minutos, hasta que veamos que se doran un poco. Sacamos el molde, y dejamos enfriar del todo. Si queremos, podemos espolvorear las "madeleines" con azúcar glacé por encima.






Antes he dicho que no tenía molde para "madeleines", pero no era del todo cierto. mi hermana me dio una vez un molde de mini " madeleines" y como me sobró masa, las hice en versión mini, estas las tenemos que hornear unos 6 minutos ¡quedan tan graciosas!...



27 feb 2015

El libro del mes: (Febrero 2014). Pastel de fresas y chocolate blanco.



"Lomelino´s cakes"

Linda Lomelino


Pastel de fresas y chocolate blanco.


Si últimamente habéis leído mi facebook sabréis que ando buscando la receta del donut perfecto, o al menos la receta del donut clásico, vamos, el de toda la vida. Pero antes, os quería enseñar un libro que hacía mucho tiempo que quería comprar, y que ya tengo en mi poder, el "Lomelino´s cakes".



Su autora, Linda Lomelino tiene uno de mis blogs preferidos " Call me cupcake". Empecé a seguir este blog hará un par de años, y lo que más me gustó fue el estilo de las fotografías, llenas de romanticismo. Me gusta mucho como usa la luz y me encanta esos toque naturales de las flores frescas y de la madera.

También vi que Linda Lomelino había sacado un libro recopilando algunas recetas de tartas, y claro, tenía que ser mío. Pero mi gozo se fue al pozo cuando vi que... ¡sólo estaba en sueco! ¡oh no!.

Que sorpresa la mia cuando me enteré que habían editado el libro en inglés, tenía que pasar a formar parte de mi biblioteca gastronómica.

Para los que no conozcáis el blog, os invito a visitarlo, veréis las maravillosas fotos, y las deliciosas recetas de las que os he hablado. Este libro es un recopilatorio de 27 tartas para cualquier día especial. La mayoría de ellas son layer cakes, pero también podemos encontrar una receta de pavlova o cheesecakes.

El pastel escogido fue uno de fresas y chocolate blanco, ya que me apetecía mucho hacer un homenaje a esta fruta de temporada, además el bizcocho es súper suave, no contiene aceites ni grasas, y su relleno es una delicada compota de fresas, todo cubierto por una fabulosa crema de chocolate blanco, mmmm... ¿quién se podría resistir?

Aquí os dejo la receta para unas 12 a 15 porciones.

Ingredientes para el bizcocho:

  • 4 huevos L
  • 1 1/2 taza de azúcar
  • 1 3/4 tazas de harina
  • 2 1/2 cdta de levadura en polvo
  • 100 grs de fresas
  • 1/4 taza de agua

Precalentamos el horno a 180 ºC

Engrasamos un molde redondo y alto de 20cm de diámetro.

Batimos los huevos junto el azúcar con las varillas hasta que queden esponjosos, con unos cinco minutos bastarán. En un bol, tamizamos la harina junto la levadura. Limpiamos y escurrimos las fresas. Las pasamos por la batidora, hasta que se haga un puré. Colocamos el puré con el agua en un cazo, y lo ponemos en el fuego hasta la mezcla se espese un poco.

Añadimos  un tercio del harina que hemos tamizado, a la mezcla de huevos y azúcar. Vamos añadiendo por partes para que se agregue bien.

Echamos el puré de fresas, y seguimos batiendo lentamente, hasta que todo esté bien incorporado. Colocamos la masa en el molde que ya tenemos preparado.

Horneamos durante 45-50 minutos o hasta que lo pinchemos con un palillo, y este salga limpio. Lo dejamos enfriar completamente en el molde.



Ingredientes para la compota:

  • 350 grs de fresas
  • 1/4 taza de azúcar

Es mejor hacer la compota mientras el bizcocho esté en el horno, o antes, así la tendemos bastante fría para rellenar la tarta.

Limpiamos, enjuagamos y cortamos las fresas. Las ponemos junto al azúcar en un cazo y con la ayuda de un tenedor las machacamos para que suelten su jugo. Dejamos hervir la compota unos 30 segundos. Lo sacamos del fuego, y dejamos que se enfríe por completo. 


Ingredientes para la crema de chocolate blanco:


  • 200 grs de chocolate blanco
  • 1 taza de azúcar glacé
  • 100 grs de mantequilla
  • 200 grs de queso tipo philadelphia
  • colorante rosa (opcional)

Cortamos el chocolate en trocitos y derretimos al baño María o en el microondas a baja temperatura. Lo dejamos enfriar.

Batimos con las varillas la mantequilla junto el azúcar hasta que quede cremoso. Añadimos el queso y continuamos batiendo hasta que esté todo integrado. Echamos poco a poco el chocolate mientras continua batiendo y añadimos al final un pelín de colorante rosa.


Montar el pastel:

Una vez tengamos el bizcocho bien frío, lo dividimos en tres partes iguales de forma horizontal. Colocamos la mitad de la compota en la capa que irá abajo, colocamos otro bizcocho encima, echamos el resto de la compota y tapamos con el último bizcocho.

Con la ayuda de una espátula, cubrimos la tarta por los laterales y por encima. Aquí ya podemos hacerlo al gusto, usando la espátula, o manga pastelera, decorándola con sprinkles, flores, fresas o en mi caso he hecho una peonia de azúcar que aprendí en el curso de Cake & Co. Bdn

Por cierto, prometo publicar la semana que viene el post de como hacer la peona abierta, así que ¡estad atentos!










    13 feb 2015

    Corazones linzer de San Valentín

    Galletas linzer San Valentín


    Mañana es San Valentín, el día de los enamorados. No sé por qué este año se está haciendo más eco de ese día, o esa impresión me da a mi. Además este año coincide con Carnaval y... con el estreno de "50 sombras de Grey". Supongo que las fans estarán esperando como locas con sus entradas compradas con anticipación.

    Nosotros sólo nos centramos en San Valentín,  que da mucho juego en la repostería (ya sé que el Carnaval también, pero no sé por que le tengo manía a esa fiesta).

    Ya el año pasado hicimos un Ombre layer Cake, o lo que es lo mismo, una tarta degradada, en forma de corazón, que fue todo un éxito.  Este año quería hacer algo fácil, bonito y resultón. A veces las cosas simples son las más bonitas según las presentes. No hace falta liarse la cabeza inventando cosas complicadas, como dice el dicho: "en la sencillez está la belleza."

    Así que nos hemos decantado por una ricas y clásicas " galletas linzer" , dándoles un toque especial para ese día. Para ello, además de la forma de corazón, las hemos rellenado con una mermelada que va que ni pintada para esta ocasión, una mermelada de fresas al cava, que hemos adquirido en Lidl.  ¿Que me decís? ¿No es perfecta?



    Sin más preámbulos, os dejo con la receta.

    Ingredientes:

    • 250 grs de mantequilla fría cortada en dados
    • 375 grs de harina
    • 100 grs de almendra molida
    • 250 grs de azúcar 
    • 1 huevo
    • 1/4 cta de aroma de almendras
    • Mermelada al gusto (en este caso he usado la de fresas al cava)

    Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que quede una crema. Incorporamos el huevo y el aroma y batimos de nuevo, hasta que todo esté bien incorporado.

    Tamizamos la harina junto con la almendra molida. La añadimos al bol de la mantequilla y vamos batiendo a una velocidad mínima. Formamos una bola de masa,  la envolvemos con papel film y la dejamos en la nevera unos 15 minutos.

    Sacamos la masa, y en una superfície enharinada, la estiramos con un rodillo hasta tener un grosor de unos 3mm ( pensad que luego se montarán unas sobre otras, y si son muy gordas, quedarán como mazacote). Ponemos la masa en una bandeja que tendrá un papel de horno y tapamos la superficie de la masa con otro papel de horno. Refrigeramos otros 15 minutos.

    Sacamos la masa estirada, y cortamos las formas. Podemos elegir la que queramos, redondas, cuadrados..., yo he elegido corazones, así que cortamos toda la masa con el cortador de corazón, y a la mitad de las galletas le cortamos el centro con la ayuda de un cortador más pequeño, de la forma que queráis.

    Precalentamos el horno a 180º C. Una vez tengamos las galletas cortadas, las pasamos a una bandeja y las tapamos con un papel de horno. Las metemos de nuevo en la nevera 30 minutos. Todo esto se hace para que las galletas al hornearse no pierdan la forma.

    Horneamos entre 10-12 minutos, o hasta que veamos que están un poco doradas. Las sacamos del horno y las dejamos enfriar del todo. 

    Ahora cogemos una mitad lisa y le colocamos un pegote de mermelada, y colocamos otra galleta encima con el agujero, presionado un poco, ¡ojo con pasarse pues se puede desbordar por los lados!







    ¡Vaya! mi Sonny Angel Ladurée no se lo podía perder y se ha pasado a vernos.

    26 sept 2014

    New York Cheesecake con mermelada de calabaza, jengibre y vainilla

    New York Cheese Cake

    Es oficial, esta semana empezó el otoño. Otoño añorado, otoño tan deseado. Además se nota, me encanta sentir esa brisa fresca por mi piel, y no sentirme como un adhesivo que se pega a todas partes por culpa del calor húmedo que hace aquí en Barcelona.

    Tengo una lista de recetas que tengo pendientes, (igual que tengo una lista de libros pendientes por comprar.) Esas recetas que dices: tengo ganas de hacer esto, y lo tienes en mente, pero no sabes por qué razón acabas haciendo otra cosa totalmente diferente, así que permanece allí, a la espera de que un día sea la elegida.

    Eso me ha pasado con el New York Cheesecake. No voy a mentir cuando digo que llevaré unos dos años pensando en hacerlo, pero no veía el momento idóneo, que si ahora es Pascua, que si viene Navidad, Halloween, que si hay una técnica que quiero probar, etc. Mil cosas pasan por mi mente siempre a la hora de cocinar. 

    ¿Cómo hago yo para desterrar una receta a la espera? Combinando dos. Pues se me ocurrió hacer una mermelada especial con calabaza  y pensé que quedaría genial sobre un cheesecake, y sobretodo, que quedaría súper otoñal. El resultado, una tarta deliciosa perfecta para nuestras meriendas acompañadas con un buen té o café.

    Os dejo primero con la receta de la mermelada de calabaza, jengibre y vainilla.

    Ingredientes para la mermelada:

    • 2 kg de puré de calabaza ( en la lata o la asamos nosotros mismos)
    • 1/2 cucharadita de clavo
    • 1/4 cucharadita de canela
    • 1/4 cucharadita de jengibre en polvo
    • 1 y 1/2 taza de azúcar
    • 3 cucharadas de zumo de limón
    • 1 vaina de vainilla
    • 10 grs de jengibre fresco rallado.

    Hacemos un puré con la calabaza o compramos el puré hecho en lata, lo venden en las tiendas donde tienen productos americanos.

    Ponemos el puré, con las especies, las semillas de la vainilla, el azúcar y el jengibre fresco en un cazo antiadherente a fuego medio, moviendo todo constantemente. Cuando hierva se pone a fuego bajo y se deja entre 45-60 minutos.

    Cogemos unos botes y los esterilizamos en una olla con agua hirviendo durante unos 6 minutos. Una vez fríos, rellenamos los botes con la mermelada, los cerramos y los volvemos a poner a hervir cubiertos completamente de agua durante unos 15 minutos. Los sacamos y los ponemos boca abajo sobre un paño. Dejamos enfriar.



    Ingredientes para el Cheesecake:

    • 180 grs de galletas tipo Digestive
    • 100 grs de mantequilla
    • 750 grs de queso crema
    • 2 cucharadas de harina
    • 150 grs de azúcar
    • 3 huevos y 2 yemas L
    • 125 grs de crema agria
    • ralladura de medio limón
    • 1 cucharadita de pasta de vainilla

    Precalentamos el horno a 180ºC

    En un robot de cocina picamos las galletas. Derretimos la mantequilla y la mezclamos con las galletas picadas. Engrasamos un molde desmoldable de unos 18-20 cm, y colocamos en la base la pasta de galletas, haciendo presión con un cuchara o con un bote. Metemos en el horno y horneamos unos 15 minutos. Sacamos y dejamos enfriar.

    Por otro lado, con una velocidad lenta (si lo hacemos rápido puede entrar aire y la tarta se puede resquebrajar)  mezclamos el queso con la azúcar. A continuación echamos los huevos y las yemas, uno a uno esperando a que se incorporen del todo. Luego echamos la harina, la ralladura de limón, la vainilla y por último la crema agria. Mezclamos bien, sin sobrebatir. 

    Añadimos la crema al molde y horneamos durante 15 minutos a 180ºC. Una vez pasado el tiempo, bajamos el horno a 120ºC y horneamos una hora más. Apagamos el horno, dejamos la tarta dentro con la puerta entreabierta para que se enfríe y no sufre un cambio de temperatura muy grande, pues puede afectar a la superficie.

    Metemos en la nevera unas horas, hasta que esté fría. Ponemos la mermelada por encima de la tarta. 

    ¡Ya podemos servir!





    Siempre aparece Karl Michael por ahí, pero es que no encuentro una figurita chula de bulldog inglés, y no voy a poner a 24kg de perro decorando las tartas jajaj.

    7 ago 2014

    Helado de crema de cacahuete con bacon caramelizado y mermelada de fresa

    peanut butter ice cream



    Y vamos con más helados caseros. Ya sabéis que soy fan, pero fan de la cocina norteamericana, y siempre intento enseñar alguna que otra receta típica aunque a veces me gusta darle vueltas y volver a reinventarlas.

    Tenía por casa un bote de crema de cacahuete sin estrenar, y me acordé que los americanos  suelen comer sandwiches de crema de cacahuete con mermelada, y es más, me acordé del sandwich preferido de Elvis, el "Peanut butter, banana and bacon sandwich", crema de cacahuete, plátano, bacon y miel. Sería algo así:






    Esa combinación debe de estar deliciosa, pensé, así que voy a hacer un helado inspirándome en este sandwich. Cambié el plátano por la mermelada de fresas y caramelicé el bacon, para luego mezclarlo en trocitos muy pequeños en la crema base.




    BASE:

    Vamos a preparar primero la crema base de mantequilla de cacahuete. Separamos las yemas de las claras y las batimos con la mitad del azúcar moreno. En un cazo, calentamos la nata, la leche, el azúcar restante y la mantequilla de cacahuete, hasta que empiece a hervir. Echamos un cucharón de esta mezcla caliente en el bol de las yemas con el azúcar y batimos ligeramente, volvemos a repetir con otro cazo. Luego pasamos esta mezcla al cazo donde teníamos la mezcla caliente y lo ponemos todo al baño María, para evitar que se cuaje el huevo. Batimos constantemente hasta que se espese ligeramente, hay que tener muchísimo  cuidado la crema, si se cuaja, ya no vale.

    Una vez lista, pasamos la crema a otro recipiente para que no se siga cocinando, y este mismo a un gran bol con agua fría y hielo, es decir el recipiente con la crema dentro del otro bol. Vamos removiendo de vez en cuando para que se enfríe mejor. Dejamos en la nevera mínimo 4 horas, o toda una noche.


    BACON CARAMELIZADO:

    Mientras podemos prepara el bacon caramelizado, es muy simple. 
    Necesitamos:
    • 3 Lonchas de bacon ahumado
    • 2 cucharadas de azúcar moreno
    Ponemos en una sartén antiadherente  el bacon cortado en trozos y freímos hasta que esté crujiente. Añadimos el azúcar moreno y removemos sólo unos segundos. Retiramos y guardamos.



    MANTECAR EL HELADO

    Sacamos la base de la nevera, y la metemos en la heladera. Mantecamos ( se llama así al batido de la base en la heladera) durante el tiempo recomendado según fabricante, que es más o menos unos 20-25 minutos. Si no tenemos heladera, podemos congelarlo en un recipiente adecuado, sacar pasado 1 hora y remover. Repetir este paso varias veces.


    ACABADO DEL  HELADO

    Cortamos en trocitos más pequeños el bacon caramelizado, para que no nos encontremos trozos enormes en la boca, y los  mezclamos con el helado. Igualmente, mezclamos un par de cucharadas de mermelada de fresa con la base y el bacon, sólo ligeramente, para que no se mezcle demasiado y podamos diferenciar estos dos sabores una vez lo comamos. Volvemos a congelar en un recipiente apropiado y tapamos con film transparente.







    Os voy a enseñar una sugerencia de presentación, además de que queda buenísimo. Colocar el helado como relleno de un donut. Probadlo, ¡ tocaréis el cielo con las manos!!





    7 abr 2014

    Paté de queso azul con gelatina de mermelada

    paté de queso azul



    Siempre que pensamos en una receta con mermelada, nos viene a la cabeza, tostadas, pies, pasteles o aderezo para ensaladas. Mi reto para el concurso de Rebañando era hacer una receta original con cualquier clase de mermelada.

    Hace un tiempo hice mermelada de cerezas al kirsch y se me ocurrió  hacer una receta con paté. A mi me gusta mucho untar en las tostadas el paté y mezclarlos con cualquier mermelada o chutney. Así que pensé en algo que pudiera hacer fácilmente, y de ahí salió la idea de esta receta.

    Ingredientes:

    • 250 grs de queso azul
    • 3 cucharadas de leche
    • 150 grs de requesón
    • 1 cucharada de brandy
    • 50 grs de nata montada
    • 3 cucharadas de mermelada al gusto
    • 60ml de agua
    • 2 hojas de gelatina

    Cortamos a trozos el queso azul y lo mezclamos con la leche. Lo ponemos todo al baño María hasta que se deshaga por completo. Añadimos la cucharada de brandy. Dejamos enfriar.

    Cogemos un bol y con un tenedor trabajamos el requesón. Añadimos la nata montada, el compuesto de queso azul y mezclamos bien.

    Hidratamos las hojas de gelatina en agua fría hasta que estén blandas. En un cazo, calentamos el agua junto la mermelada e incorporamos las hojas de gelatina. Removemos hasta que se deshaga.

    Forramos unos moldes pequeños con film transparente. Echamos la gelatina de mermelada. La dejamos enfriar en la nevera unos 20 minutos para que cuaje un poco y no se mezcle con el paté de queso.





    Sacamos de la nevera los recipientes y añadimos el paté de queso. Lo cubrimos todo con film transparente y lo dejamos cuajar en la nevera 4-5 horas. Después desmoldamos y ya podemos servir.




    16 dic 2013

    Festivalet 2013

    festivalet


    Los días 14 y 15 de diciembre se ha celebrado la tercera edición de Festivalet  en Barcelona, una feria independiente de productos hechos a mano. Pero no es una feria como otra cualquiera de productos artesanos, son productos con un sello de calidad, identidad y llenos de creatividad.
    Podemos encontrar paradas de joyería, de cerámica, de ropa, estampación; materiales para hacer punto, scrackbooking, crochet, etc; una parte de paradas de delicatessen y publicaciones varias.

    Estas son las ferias que realmente merecen la pena, por que encontramos productos muy variados, súper diferentes, originales, y bueno los precios no son baratos, pero hay que tener en cuenta que hand-made, y debería ser más reconocido, pues pagas algo único y no cosas seriadas que todo el mundo suele tener.

    Nuestro punto de partida empieza por las paradas de publicaciones. Allí, nos paramos en Sugartremens magazine, y nos hicimos con el último número de la revista. Me encanta esta revista por las ilustraciones , por las recetas tan originales y por las entrevistas a gurus de la repostería.




    En  The Crafty Days encontramos la guía imprescindible para los amantes de D.I.Y, en tamaño de bolsillo ideal para llevar en el bolso.






    Seguimos por una serie de paraditas donde nos encontramos de todo desde frutos secos, repostería, mermeladas, cerveza casera, vermuts, etc.


    Tardors de Vilaplana, trabajan productos de la tierra de manera artesanal y son famosos por las avellanas del Baix Camp.






    Este es el puesto de Al por petit hi ha... donde tenían chutneys, mermeladas, y gelees, todo artesanal  hecho en la Conca de Barberà.





    Esta es la parada de Mama Pot, con dulces de influencia oriental.




     Me gustó mucho la filosofía de Bon Aprofit que promueve la alimentación saludable y la educación nutricional a través de la elaboración de una vajilla comestible de temporada hecha a partir de fruta y verdura.





     En Söt Cakes, podíamos encontrar todo tipo de repostería como galletas, macarrons, cupcakes, gominolas, pan... Todo con una  pinta deliciosa.




    Había varios puestos de cafetería, donde se podía tomar algo tranquilamente en mesas tipo picnic.


    Esto es la cafetería Cometa, que pertenece al café-galería Cosmo en la calle Enric Granados. Una cafetería a la que suelo acudir de vez en cuando para tomar su delicioso carrot cake, zumos o sandwiches, en un entorno muy joven y cool , donde se respira arte.


    Selfpackaging no faltó a esta cita tampoco. Los pudimos ver en el Bcn&Cake, y esta vez nos traían a Festivalet unos packs muy monos para decorar nuestros regalos navideños.







    En el area de productos, se encuentra Santolina, marca creada por Carolina y Carmen donde se mezcla la ilustración con el téxtil, todo hecho 100% a mano. He de decir que Carmen es familia mía y vino sólo de Granada para este evento y ha quedado muy contenta.







    Una de las cosas que más me gustó en esta feria, fueron las paradas de joyería, por que no son las típicas piezas que vemos en toooodas partes. Son piezas frescas, nuevas, divertidas y muy originales.


    Esta es la marca Papiroga, pasé por la parada y no podía quitar el ojo a esos maravillosos collares-cuellos llenos de color, tejidos y piezas de metal.

    No tengo foto de Après ski,  muy mal por mi parte, por que tenían unas piezas bellísimas de joyería. Os he dejado el enlace para las podáis ver y  no os las perdáis por que merece la pena . Yo me llevé un collar precioso, fue mi chuchería del día.



    Me llamó la atención una parada que vi, Don Fisher . Hacen bolsas pequeñas con formas de pescado y las presentaban en cajas como si fuera  una pescadería o mercado de abastos. Super original, ¿verdad?





    También se vendían cerámicas, platos y tazas ilustradas. En la malcontenta  tenían unas tazas preciosas inspiradas en la naturaleza y unos platos y tazas con ilustraciones súper divertidas y bonitas.





    Y como yo tengo un espíritu en mi interior Kawaii, no puede irme sin hacer una fotito a Kawaii Factory. Me encantó la parada tan naïf, llena de donuts y cupcakes que esta vez no se comen , si no que sirven de decoración como broches, botones, charms...





    Y no voy a acabar este post, sin mostraos la tarta, kawaii, que le he hecho a mi hermana por su cumpleaños, inspirada en las muñecas de Charuca con la que tuve el honor de hacer un curso hace unos meses.
    tarta kawaii





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